LOS AMANTES DEL BOSQUE [La Diosa] (Parte II)
El sol la recibe con ternura mientras las flores nacen a su paso, cada ser en el bosque intenta acariciar su piel y las aves anuncian su llegada. Las frutas acumuladas en el rincón de un árbol llaman su atención para ser afortunados en tocar sus labios y ser mordido hasta llegar al interior de su universo. Es acariciada por la brisa que susurra un canto, comprende que es su amante quien la llama; los girasoles le marcan el camino dejando estelas de hojas amarillas que luego se convierten en luciérnagas para iluminar el cielo nocturno. Se lo encuentra y con un beso, le tatúa la espalda haciendo brotar, arboles convertidos en pajaros que vuelan al firmamento. Su amante la rodea con sus manos mientras su boca navega en su pecho; siente el deseo y las ganas desprendidas, le nacen mariposas y un manantial entre sus piernas alimentando la tierra donde viven. Así es ella; diosa de la planicie, portadora de vida en su vientre, luz